Mi humilde opinión: La caída de Anís Samanez
Moda, redes, chismes y la pérdida de lo importante
Hace mucho me di cuenta de que Instagram no refleja para nada la realidad. El caso de Anís Samanez ha sido la última confirmación de ello. Hoy quiero compartir mi humilde opinión sobre este escándalo de moda, chismes y apropiación cultural.
Quiero comenzar dejando claro que no conozco a Anís Samanez. Sé quién es, y antes de todo el escándalo, me parecía una persona trabajadora y creativa. Me doy cuenta que, una vez más, Instagram y las redes sociales en general, no son un reflejo de la realidad.
A finales de noviembre, se llevó a cabo el evento Orígenes, enfocado en promover la moda sostenible en Perú. Pero los comentarios de algunos de los panelistas, entre ellos Anís Samanez y José Forteza, fueron tan desafortunados que provocaron una ola de críticas. No quiero centrarme solo en lo que se dijo; si no están al tanto de lo que pasó, les dejo aquí un link para dar contexto. Hoy, me interesa más reflexionar sobre lo que vino después y lo que revela sobre nuestra relación con las redes sociales y los escándalos.
¿Información o chisme?
Horas después del evento comenzaron a publicarse en Instagram y TikTok muchos videos de lo sucedido, seguidos por comentarios condenando lo dicho y tocando el tema de la apropiación cultural. Días más tarde, el contenido pasó de ser informativo a malicioso. Empezaron a salir pantallazos de conversaciones y anécdotas donde ella era la protagonista, claro, la villana.
Ahora, no escribo esto para hablar mal de Anís ni contar mi historia con ella, porque no tengo ninguna1. Mi comentario va al hecho de todo este contenido dedicado a ella o, en todo caso, a exponerla. Hay tres temas en los que quiero reflexionar a raíz de esto.
Es preocupante y revelador ver que tantas personas se hayan sumado a esta, llamémosle tendencia, de desmentirla, como si esto fuera una forma de justicia. Este es un recordatorio de que el karma existe; si no eres buena persona o, peor aún, te esfuerzas en ser mala onda, la vida se encarga de pasarte factura.
Hay mucho morbo en ver a alguien “exitoso” fallar. En este caso, ver a una mujer linda, aparentemente exitosa y talentosa, ser destruida.
Finalmente, y me da mucha pena reconocer esto, pero las mujeres a menudo somos nuestras peores enemigas. Aunque José Forteza también ha sido criticado, no he visto el nivel de destrucción hacia él como el que se ha dirigido hacia Anís. No digo esto para victimizarla, ni tampoco deseando la destrucción de Forteza. Sólo quiero señalar una reflexión sobre la desigualdad que hay incluso en las críticas hacia hombre y mujeres.
Apropiación cultural: de qué estamos hablando
Aunque el foco se ha desviado, la apropiación cultural sigue al centro de todo este escándalo. Confieso que, aunque he estudiado y trabajado en moda, ahora me doy cuenta que no sabía qué significaba esto realmente.
Felizmente, así como hay contenido morboso, también hay contenido muy útil en internet. Y gracias a los recursos que comparte Sandra Mathey he podido informarme. Aunque estoy lejos de ser una experta, para cerrar esta primera columna con mi humilde opinión, voy a compartir un poco de lo que he aprendido. Así no dejo que mi morbo por el chisme gane.
Lo que he aprendido

¿Quiénes participan en esto?
Apropiación significa tomar algo que no es tuyo y decidir que ahora te pertenece. Bajo esta premisa siempre va a haber una figura Dominante y una Dominada. Para efectos prácticos, en este caso, Anís representa la primera y la comunidad Shipibo-Conibo la segunda.¿Cómo es la relación?
Esta debe ser activa. Es decir, no debería ser así: toco la puerta de la comunidad con la que quiero colaborar, tomo lo que me gusta y salgo de ahí. Más bien, hay que mantener una relación activa y sostenida en el tiempo: no tomo lo que quiero, sino que entiendo qué es y de dónde vino. En este caso: Anís sabe qué es un Kené pero no entiende de dónde viene, ni todo lo que representa para las comunidades.¿Qué ha pasado?
A lo largo de la historia, las figuras Dominantes han explotado y abusado de las figuras Dominadas, ya sean comunidades o grupos menos poderosos. Es por esto que podría haber temor por parte de ellos cuando se les ofrece la oportunidad de colaborar. Se han ganado esa desconfianza y sospecha.
Sin embargo, el Dominante siempre lleva las de ganar, mientras que el Dominado termina perdiendo. Este círculo vicioso de desconfianza sólo se puede combatir con tiempo. Dedicando el esfuerzo necesario para fortalecer las relaciones.¿Qué NO hacer?
No se trata de copiar y pegar, de tomar lo que era tuyo, hacerlo mío y ya. Se debe colaborar: trabajar juntos, creando un intercambio genuino que respete las raíces y el contexto de lo que se toma.
Rescato algo que dice Sandra en este podcast , que me pareció muy valioso: hay que trabajar de forma horizontal. Es decir, el diseñador, o quien sea que podría caer en el rol de la figura Dominante, debe despedirse de una idea estricta y tener la apertura de que la comunidad con quien quieren cooperar opine, modifique y, de verdad, aporte al resultado final del proyecto.
Acepto que caí en el morbo y leí todos los chismes; sin embargo, también he aprendido un poco sobre empatía y respeto cultural. En líneas generales, quiero creer que me voy con algo más que chisme. Pero la verdad es que no soy ninguna iluminada y estoy segura de que me falta mucho por aprender o, tal vez, no entendí nada.
En otra vida2 trabajé en la intersección de moda, tech y sostenibilidad; siendo el último mi pilar favorito. Me gustaría explorar un poco más sobre esto en la siguiente columna. O de repente sale otro escándalo que me lleva a aprender algo diametralmente opuesto. Quién sabe.
Tú, ¿qué opinas de todo esto?
Y después de lo que ha salido a la luz, tampoco quiero tenerla.
Hace menos de un año, pero me gusta el efecto dramático de esta frase.